Ssssssh……sileeeencioooooo

Percibir el silencio es una habilidad que implica escuchar aquello que llena el espacio aún cuando aparentemente está vacío de sonido, vacío de todo.

Cuando nos metemos a hacer práctica meditativa interior y la Atención se va haciendo más estable y pétrea en la propia existencia, los sentidos físicos poco a poco se van desconectando a pesar de la voluntad del o de la practicante. Solo es necesario atender la propia seidad para que sin esfuerzo, esto ocurra y los matices del silencio interior se hagan cada vez más evidentes, más vivos.

A medida que el tiempo avanza, el universo que se percibe cobra una presencia cada vez más llena de nada, más llena de todo, más silenciosa.

En ese instante, inicia la dulce melodía del continuo del Amor y la Conciencia expresándose en su esencia.

No hay sonido pero todo vibra en una frecuencia tan armónica que solo queda entregarse al susurro de las notas inaudibles.

Llegar a percibir el sonido del silencio no es una habilidad que cualquiera posee. Mucho menos, en el entorno en el cual vivimos actualmente, donde no solo el ruido externo nos invade, sino que el ruido interno también acaba colonizando, a capricho, espacios que no le corresponden.

Fomentar esta habilidad nace de no querer llenar los espacios con la historia personal cuando el presente no lo requiere, nace de escuchar al entorno sin intervención, sin juicio,ecuánimes.

Nace también, de permitir a la música compuesta por la naturaleza que suene sin querer modificarla o compararla con otra cosa más allá de lo que es.

Alimentemos esta habilidad con ratos de ayuno de palabras, ratos de susurros, ratos de silencio. Regalemos diálogos carentes de palabras y repletos de gestos de dulzura, de guiños de complicidad, de sonrisas amistosas y de miradas de compañía.

Que el silencio os acompañe en el siguiente paseo y os provea de calma interior…

Aquí un vídeo de mis paseos matinales….puro silencio lleno de frescor, lleno de vida….