CONVERSACIONES CON SESHA

He aquí algunas de las preguntas que me planteó Sesha hace unos días con mis respuestas con la esperanza de que a vosotros/as os sirvan también de reflexión.

¿Hay estados mentales donde la experiencia no produzca aprendizaje?

La experiencia siempre produce aprendizaje mientras haya Atención. La cuestión es que, dependiendo de la eficiencia de la atención, habrá un aprendizaje más o menos estable y que produzca mayor o menor certeza.

Cuanto más eficiente sea la Atención más profundas y firmes serán el aprendizaje y las comprensiones que se generen, es decir, a mayor atención aumenta la Concentración y con ello se afianza el aprendizaje.

Al releer una y otra vez un texto solemos aprender más de él, ¿es que la atención cambia a cada momento?

Si la atención se posa de manera estable e ininterrumpida en cualquier evento presencial, va adquiriendo una inercia que deriva en mayor eficiencia cognitiva.

Al primer grado de Atención Eficiente le llamamos Concentración. La Concentración permite aprender más que  una atención no estable.

En el ejemplo que planteas, lo que ocurre es que a medida que posamos la atención en el texto de manera continua, la atención va adquiriendo mayor grado de eficiencia, razón por la cual se genera mayor aprendizaje.

Hay certezas que vuelan ante un conflicto y otras no; ¿de qué depende el afianzamiento de una certeza?

El afianzamiento de una certeza depende del grado de aprendizaje o comprensión que confiere una experiencia.

Las certezas más profundas, las que más se afianzan, son aquellas que devienen de respuestas comportamentales como las habilidades y de niveles de Atención y cognición muy profundos asociados a la no-dualidad o multihabilidad.

Por ejemplo, muchas veces, aprender un texto para un examen requiere de un tipo de atención que implica un esfuerzo, esto es, una respuesta habitual. De esta manera, la atención y actitud empleadas para conocer están encaminadas a obtener una meta a costa de un esfuerzo y gasto psicológico excesivo. Así, una vez hecho el examen, lo más seguro es que la mayoría de lo aprendido se olvide y solo queden integradas aquellas cosas que hayan “sorprendido” o “captado la atención” de manera más eficiente.

Sin embargo, hay experiencias que por la sorpresa producida o por la intensidad que poseen, nos atrapan pese a nuestra voluntad y generan marcas inolvidables. Son estas experiencias vividas con mayor intensidad las que generan comprensiones más profundas.

Las certezas son herramientas que se afianzan en el interior de una persona, le permiten no dudar e impiden la inquietud emocional. Las certezas que más se afianzarán serán aquellas que se adquieran en raptos de una entrega inusual y/o en experiencias profundas de no-dualidad. La certeza más firme que existe y que pocas personas experimentan es que todo es Sat-Chit-Ananda.

¿Hay certezas que jamás cambian?

Hay certezas que pueden cambiar. Por ejemplo, una mentira puede ser certeza para quien la cree y con el paso del tiempo cambiar cuando la persona se da cuenta de que lo que creía no era verdad, convirtiendo la nueva idea en una nueva certeza.

Con los hábitos o con las respuestas cognitivas menos eficientes ocurre algo parecido: al estar asociadas a un “protagonista”, que es aparentemente “estable”, sus certezas son tan impermanentes como lo es naturaleza de ese personaje.

Sin embargo, todas aquellas certezas que se acopien en el sistema personal con ausencia de “sentido protagónico”, es decir, fluyendo de habilidad en habilidad o permaneciendo en estados cognitivos eficientes de no-dualidad, permanecerán por centurias, siendo certezas que siempre estuvieron, están y estarán.

¿Nuestras certezas se parecen a nuestras habilidades?

Las habilidades son certezas profundas adquiridas y afianzadas.

¿Qué hace a una certeza ser estable?

Permanecer en estados de cognición eficientes, como la Concentración, la Concentración no-dual, la Meditación.