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Hace mucho, mucho tiempo, o ninguno, partieron tres desconocidos, que nunca coincidieron y jamás se vieron, hacia un reino ya descubierto y perdido.

Los tres pretendían la mano de una princesa de la que habían oído hablar. Ella se llamaba “AHORA”.

Cada uno de ellos, al ir llegando al palacio que suponían su residencia, fue conducido a un salón diferente.

La princesa, oculta tras una celosía del primer salón, observó a su primer pretendiente.

Era un tipo algo extraño ya que parecía como desgastado, además, estaba melancólico y algo ausente.

A su lado estaban las ofrendas que traía para la dama: Preciosos recuerdos, historias fantásticas e imaginativas, un abanico de innumerables emociones ya vividas y un largo bagaje de experiencias atesoradas.

Su nombre era “ANTES”.

Tras mirarlo durante unos instantes, la muchacha decidió ir al segundo salón, donde se refugió tras otra celosía y observó a un nuevo pretendiente.

Este era aún más extraño, era como transparente y asomado a una ventana, miraba ensimismado hacia la lejanía. A su lado flotaban las ofrendas que traía para su anhelada amada: Promesas de amor y felicidad, dulces sueños, grandes intenciones y previsiones a corto y largo plazo de riquezas y aventuras por vivir.

Su nombre era “DESPUÉS”.

A la princesa le resultaba difícil contemplar a este translúcido pretendiente, por lo que decidió ir al tercer salón, donde, oculta tras otra celosía, se dispuso a observar al último de sus pretendientes.

Su sorpresa fue mayúscula, cuando percibió la inusual y contundente presencia del caballero quien, sencillamente, se hallaba a la espera de ser recibido, contemplando el hermoso salón en el que se encontraba. No llevaba consigo recuerdos, ni promesas y, sin embargo, parecía disponer de lo adecuado.

Ella sintió un impulso irrefrenable y abandonó su refugio para presentarse ante su pretendiente.

Al mirarse, se reconocieron al instante.

Ella sonrió al exclamar: ¡Eres AQUÍ!, a lo que él respondió con otra feliz sonrisa: ¡y tú eres AHORA!

Se dice que Aquí y Ahora viven con intensidad cada instante, sin separarse desde entonces ni un solo momento. Y que, en aquel reino, nadie vive en el pasado ni anhelan un futuro mejor, sino que todos allí viven en un continuo fluir de “Aquís y Ahoras”.

Muchas veces aparezco en ese magnífico reino de completura, de no-esfuerzo, de asertividad, de experiencia pura, de espontaneidad, de confianza, de saber, de amor, de no-duda…, y esto se da gracias a algunas Habilidades que me despiertan allí.

Otras muchas veces, pierdo la ubicación del mismo, cayendo en un sueño de sufrimiento, de disgregación, de miedos, de deseos, de inseguridad, de búsqueda desesperada, de orgullo, de ignorancia y esto me sucede, porque mi GPS se ve invadido por unos virus maliciosos llamados “hábitos”, que me llevan a otro reino: el mío.

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Gracias Estrella¡¡¡
    Que bonita manera de transmitir el concepto del “Aquí y ahora”. Me apunto el cuento para contárselos a mis pequeñines de casa.
    Y ojalá que cada vez más sepamos fluir en el “magnífico reino de completura, de no-esfuerzo, de asertividad, de experiencia pura, de espontaneidad, de confianza, de saber, de amor, de no-duda…,”
    Un inmenso abrazo

    1. Marisa,
      He transmitido tu mensaje a Estrella…
      Le ha hecho mucha ilusión y contenta de que lo uses con tus pequeñines.
      Un abrazo solete

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