LA ATENCIÓN
Todo ser humano posee rasgos distintivos a través de los cuales es capaz de conocerse a sí mismo. Estos son la fuerza del Saber y la fuerza del Amor. Tu hijo, hija o estudiante posee de manera innata el abismo que recorren estos dos mundos. El Saber y el Amor son las herramientas fundamentales que los construyen y permiten madurar como personas.
Has de saber como educador o educadora que tu educando dispone de una invaluable herramienta para aprender: la Atención. La Atención tiene que ver con la fuerza del Saber. Como inicio a todo planteamiento educativo, debes tener claro que el Saber expresa la capacidad del aprendizaje.
Por ello, es importante aclarar que nuestros niños y niñas nacen inicialmente con un tipo de Atención al que denominaremos eficiente y que, con el paso del tiempo, a medida que su sistema nervioso se desarrolla y emerge el «sentido protagónico» o «sentido del yo», adopta otro tipo de Atención al que denominaremos Intencionada.
TIPOS DE ATENCIÓN:
La Atención Eficiente
Para introducirnos en el concepto de Atención Eficiente se planteará inicialmente la diferencia práctica entre los conceptos eficacia y eficiencia. Al logro de una meta propuesta se le llama eficacia; sin embargo, al logro de la misma meta con el mínimo gasto de energía o tiempo se le denomina eficiencia. Cuando hablemos de eficiencia y eficacia será importante que quien lee entienda que dichos conceptos se tratarán de forma cognitiva, es decir, del menor o mayor gasto energético o tiempo que una persona utiliza para realizar un tipo de aprendizaje.
La educación desde hace tiempo se basa en la eficacia, mas no en la eficiencia. El sistema educativo plantea las competencias, donde aparentemente se educa para conformar un ser íntegro en todas las dimensiones que la sociedad demanda. Como suele decirse, se construyen seres competentes, eficaces, productivos, pero no se desarrolla la eficiencia cognitiva, pues finalmente todo deriva en un tipo de aprendizaje basado en el esfuerzo y en la obtención de una meta específica.
La enseñanza basada en la novedad, el juego o en actividades dinámicas, crea un entorno que facilita un modo de aprendizaje eficiente porque permite integrar conocimientos en muy poco tiempo evitando que aparezca estrés en el proceso cognitivo.
Características de la Atención Eficiente
- Menos gasto cognitivo
- Saber qué debe ser conocido
- Ausencia de «sentido protagónico»
- Aprendizaje a través de Habilidades
- Destaca información relevante sobre las restantes en un instante de percepción
- Menor gasto energético
- Mayor eficiencia cognitiva
- Mayor aprendizaje
La Atención Intencionada
La Atención Intencionada, es la forma más frecuente de funcionamiento consciente y de aprendizaje. La usan los estamentos educativos y es la base del relacionamiento social y cultural. La Atención Intencionada implica una forma de aprendizaje eficaz pero no eficiente. El gasto psicológico que se utiliza comúnmente para aprender es muy alto y en muchas ocasiones injustificado.
Por ejemplo, ¿cuál es el precio psicológico que hay que pagar en la infancia y en la adolescencia para adquirir un conocimiento académico?
La presión psicológica que conlleva estudiar, aprender o experimentar, unido al sentido competitivo y clasista que califica con notas el conocimiento, convierte el aprendizaje en una obligación que genera continuamente estrés, fomentando así el hábito del esfuerzo en la realización de cualquier tarea. Ello, con el paso de los años, deriva en la apatía, rebeldía y pérdida de interés por el saber.
Características de la Atención Intencionada
- Aprendizaje con tensión y estrés
- Aprendizaje eficaz pero poco eficiente
- Aprendizaje por refuerzo, por repetición
- Aprendizaje a través de hábitos
- Aprendizaje basado en el esfuerzo
- Hay «sentido protagónico»
- Menor eficiencia cognitiva
- Menor capacidad de aprendizaje