Situarse en la presencia de una actividad Habilidosa es la forma más…
Ayer recibí un mensaje de una dulce mujer comprometida con la educación, que recién he conocido en un internado de meditación celebrado en Godelleta (Valencia) e impartido por Sesha y donde hemos profundizado en los lineamientos del Advaita asociados a la educación.
Ella me pedía si sería posible crear una tabla que sirva como guía para saber de las habilidades y en qué simetrías o hábitos se pueden expresar.
Inicialmente es necesario entender algunas cosas.
De entrada, todas las personas poseemos algunas habilidades innatas las cuales se expresan de manera natural en los primeros años de vida y hasta los 5-7 años.
A esta edad, el «sentido protagónico» (también llamado “sentido egoico”, “yo”, “ego”) empieza a emerger y se instaura ya para los 7-8 años. Este “sentido protagónico” nace fundamentalmente por el desarrollo del sistema nervioso. El “sentido protagónico” ofrece el sentido de identificación con la acción lo que implica la existencia del esfuerzo volitivo o la identificación con el fruto de la acción. Por ejemplo, si de más pequeños aún se tenía la oportunidad de no identificarse con el miedo, tras la aparición del “sentido egoico”, se pierde esa capacidad; finalmente se acaba viviendo el miedo como propio. Así ocurre también con todo lo que pensamos, sentimos, etcétera… se acaba creyendo que somos los propietarios y protagonistas de todo aquello que vivimos y pensamos.
En definitiva, lo que ocurre es que esas habilidades que en la infancia se expresaban de manera inocente, empiezan a transformarse en hábitos, como mecanismos de defensa y adaptación. Y estos hábitos van conformando aquello a lo que llamamos “personalidad”. Con esto, lo que habitualmente ocurre es que creemos ser aquellos hábitos más reforzados y desconocemos que vivir en función de ellos, implica un gasto del sistema nervioso y las funciones fisiológicas.
Los hábitos llevan implícito el “sentido protagónico”; mas las habilidades están libres de esto.
Las habilidades nos llevan a fluir, a vivir sin esfuerzo ni tensión. Es por esto que es absolutamente necesario reconocer las habilidades en los primeros años de vida.
Además, las habilidades, al ser innatas y estar libres del “sentido protagónico”, son permanentes en todo el desarrollo de la vida de una persona. Son certezas innatas que poseemos desde el nacimiento y hasta la muerte y son pilares en donde apoyarnos en el devenir de la vida.
En respuesta a la pregunta de mi amiga, voy a citar algunas habilidades innatas, su expresiones naturales y en qué hábitos pueden expresarse.
HABILIDAD INNATA |
HABILIDAD ASOCIADA |
HÁBITO ASOCIADO |
COMUNICACIÓN |
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CONTEMPLACIÓN |
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AMOR POR EL SABER |
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SENSIBILIDAD |
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Los hábitos y simetrías pueden ser innumerables y variopintos. En cada cual, se expresan de una forma u otra en función de las tendencias individuales que ya traemos por herencia psicológica.
Una vez reconocidas las habilidades, solo queda alimentar las facetas que las hacen mostrarse en todo su esplendor.
Tened en cuenta que si al hábito le quitamos el “sentido protagónico” lo que queda es la habilidad. Y que cualquier habilidad hecha con “sentido protagónico” se convierte en hábito.
Por eso, os invito a detectar vuestros hábitos más instaurados y a investigar sobre qué pasaría si no os identificarais con ellos. También os invito a reconocer vuestras habilidades innatas, aquellas herramientas que trajisteis al nacer y con las que contaréis siempre. ¡Os servirán para vivir de manera fluida y constructiva!
Me ha encantado el post de las habilidades y los hábitos, gracias Ane.
Explicado con mucha claridad.
Me quedo reflexionando en ello
Para la habilidad de la SENSIBILIDAD Ana, buen acompañamiento sería el siguiente:
– La cercanía física de los padres y resto de educadores en general. Por ejemplo, agarrarles del hombro mientras se les explica, uso de la dulzura en los paralenguajes, cuidar el tono al explicar, que nunca sientan una voz dura,…
– la compañía de mascotas. Puesto que estas no juzgan, los peques pueden sacar todo su torrente amoroso con ellos además de aprender de ponerles límites, el cuidado e higiene.
– Favorecer la expresión artística. Música, danza, pinturas,…
– Juegos de intuición como por ejemplo, adivinar cartas. Enseñar de las diferentes formas de intuición.
– Llevarles a comedores sociales, participar en actividades benéficas…
– Los materiales manipulativos en la escuela
AMOR POR EL SABER
– Enseñarles libros, biografías, historias de personajes que hayan inventado cosas variopintas o tengan biografías interesantes de cualquier índole.
– No esperar a una edad específica para ofrecerles la lectura y escritura.
– Compartir “Cuentos que cuentan”. Jugar a inventarlos, a crear diferentes finales con la misma historia
– Ofrecerles diferentes materiales prácticos para sus investigaciones, microscopios, lupas, mapas,… Siempre intentando que ellos exploren y lancen sus hipótesis.
– Corregir solo lo necesario. Por ejemplo, si en una palabra escrita han errado en una letra, no borrar toda la palabra, sino solo la letra incorrecta.
COMUNICACIÓN
– Crear diálogos, debates, tener en cuenta sus opiniones.
– Fomentar, desarrollar y enseñar oratoria y predica.
– Compartir noticias de actualidad.
– Ponerles a enseñar algún tema.
– Enseñarles sobre la palabra precisa oral y escrita.
– Fomentar todo tipo de lectura
CONTEMPLACIÓN
– Llevarles a la naturaleza.
– Mostrar la densidad del silencio.
– Juegos de atención externa a través de los sentidos.
– Fomentar la escucha, la espera, la paciencia
– Enseñarles a disfrutar y contentarse con las cosas sencillas sin esperar ningún fruto
Espero te sirvan. Un abrazo!!
Me parecen valiosísimas las orientaciones.
Con ganas de seguir aprendiendo
Y practicar también “ver” en los demás sus habilidades (y no identificarles con sus hábitos) nos llevaría a relacionarnos exentos de juicios. Los defectos dejarían de ser defectos para convertirse en habilidades que ya están, siempre dispuestas a seguir desarrollándose. Verse a uno mismo y ver a los demás de ese otro modo, un camino hermoso que merece la pena… Gracias por el post; me encanta.
Egunon Bego!
Así es. Muchas veces lo que vemos de las personas son sus hábitos mas no sus habilidades. Es más, creemos que lo que somos (y son el resto de las personas) es una cosa totalmente diferente a lo esencial. Es decir, lo más mostrado y aparente en las personas es lo que llamamos “personalidad”.
La personalidad está construida por los hábitos más reforzados. Muchas veces tratamos a las personas, a nuestros pequeñines por reacciones habituales o por los hábitos que muestran. Así empezamos a juzgar sus comportamientos, sus actitudes,… sin darnos cuenta de que muchas veces, estos, son simetrías de habilidades naturales que aún no hemos reconocido.
Por eso la importancia de reconocer las habilidades de nuestros peques y LAS NUESTRAS PROPIAS COMO ADULTOS.
Os invito a preguntaros:
¿Qué habilidad poseo? (esto es algo que nace y muere con el individuo y está carente de esfuerzo, de sentido protagónico…)
¿Esta habilidad, en qué otras habilidades se expresa?
¿En qué hábitos se expresa esta habilidad?
*Recordad que la diferencia entre un hábito y una habilidad es que el hábito posee el “sentido protagónico” y la habilidad está libre de él.
Eskerrik asko Bego!! Moxu!
Ya que parece inevitable la aparición del Yo, a partir de los 7 años, porque es una tendencia, que podemos ir haciendo cuando tienen menos de 7 para ayudarles a una posterior identificacion. ¿ y una vez ya los han cumplido, y aparece el Yo?
Un abrazo
Mariate, guapa!
Primero de todo aclarar que habitualmente decimos que más o menos la franja de edad en la que el “yo”, “ego”, “sentido protagónico”… se instaura es entre los 5-7 años pero puede haber casos en los que esa franja varíe un poco.
A tu pregunta…….De las cosas más importantes que podemos hacer antes de esos años es detectar sus habilidades y basar en ellas el proceso de enseñanza y aprendizaje de manera transversal. ¿Por qué?
Porque cualquier experiencia que se realiza desde la habilidad es cognitivamente eficiente, sin esfuerzo, sin gasto físico ni energético, etcétera. Con lo cual, siempre será constructiva.
La “habilidad innata” es uno de los tesoros más preciados que puede tener un ser humano. La “habilidad innata” es una certeza que acompaña desde el nacimiento hasta la muerte. Es un refugio de libertad. Incluso llega a ser una muleta, un bálsamo o un oasis cuando el meneo de la vida nos agita y nos hace inestables. Es el ancla que nos sujeta cuando la ola gigante quiere arrastrarnos.
A parte de esto, también podemos ir dotándoles de herramientas para el conocimiento y gestión de su propio mundo interior…
Puesto que en los primeros años el tipo de atención que tienen es eficiente de manera natural, se les puede ir mostrando indicadores que definan eso. Se les puede enseñar a observar pensamientos y emociones o sentimientos. Se les puede enseñar a reconocer la vacuidad y definirla con claridad. Se les puede enseñar mediante juegos a ver cómo llegan y desaparecen los pensamientos y qué queda en los espacios entre pensamientos.
Son pequeñas pautas que pueden aprender sencillamente a través de juegos y dinámicas y que les aportará una capacidad de gestión para cuando aparezca el “YO”.
Gracias, un abrazooo!
He aprendido mucho gracias a la tabla de habilidades y a los consejos para fortalecerlas.
Gracias por tu ayuda
Qué bien Anita guapa!!!
Me alegro de que te haya servido!!
Para eso es!!!
Gracias a ti!
Muak
Estoy recibiendo un curso de iniciación de Ayuda A Domicilio. La educadora nos ha interrogado sobre la diferencia entre hábito y habilidad.Leyendo tus indicaciones ya lo tengo claro. Me han servido de mucho las orientaciones que también aparecen.
Muchas gracias.
Anda que bien…
Me alegro de que te sirva.¿Será que la educadora conoce el modelo?
¡Gracias a tí, un abrazo!!