
MOTIVACIÓN vs. INTERÉS
La primera nace de la habilidad mientras que el segundo del hábito.
Así entonces, el interés siempre lleva un esfuerzo volitivo, la presencia del <sentido protagónico>, <ego> o <yo>, mientras que la habilidad está libre de él.
Pero el interés puede convertirse en habilidad cuando una persona se concentra porque al permanecer en ese estado, el <sentido protagónico> desaparece y en consecuencia, la necesidad de meta específica y la identificación con la acción que se realiza también.
Por ejemplo, yo estudio en la universidad. Inicié los estudios pensando que el aprendizaje sería estimulante y alimentaría la motivación inicial. Con el paso del tiempo la decepción ha sido tremenda y ahora estudio con desilusión.
Estudio porque como saco “buenas” calificaciones y he invertido bastante dinero ya (de esto también se aprovechan), no quiero abandonar. También estudio por conseguir un título más y cumplir con un status que he asimilado de la sociedad actual. Estudio por lograr una meta que no me hace gracia y el proceso me amarga. El esfuerzo que me supone esto desgasta mi sistema totalmente.
Afortunadamente mis habilidades de responsabilidad y compromiso hacen que me siente frente a los apuntes, me concentre y toda la amargura asociada al <sentido protagónico> desaparezca.
La enfermedad que más consume al ser humano es el <sentido protagónico>.
¡Terapéutica Atención Eficiente!