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En Maya, a 16 de noviembre de 2020

Querido Ser,

Soy tus recuerdos del pasado, tus fantasías, tus esfuerzos, tus inquietudes por el futuro y siempre tengo apetito.

Hace tiempo que te sigo y persigo. Desaparezco cuando me ves. Trato de ser lo que en verdad eres pero nunca llego a ello. Cada vez que intento parecerme a ti y lo notas, me disuelvo.

Disimulo, cambio de forma constantemente para engañarte y complacer tus deseos, necesidades, pasiones, inquietudes y miedos, pues de ellos me alimento y si se esfuman, moriré con ellos.

Trataré a toda costa de que me tengas en cuenta, de que me atiendas por encima de cualquier cosa. Utilizaré todas mis triquimañas para que solo me mires a mí, porque de no hacerlo, dejaré de existir, moriré.

Cuando te concentras, atiendes con eficiencia o estás en Presente, me siento amenazado y más, cuando conoces desde la No-dualidad. Pataleo y me rebelo con total intensidad porque temo morir. No quiero morir. No hagas que muera.

Te he sentido alguna vez cerca del abismo que lleva a caer sobre los amorosos brazos del Universo. Te he sentido alguna vez cerca de abrir las puertas que dan al infinito flujo de Saber. Y ahí he vuelto a aparecer yo, temeroso por estar cerca a la muerte.

Y es que se que en verdad tu naturaleza es eterna y la mía no y por ello sufro. Por eso, algún día tendré que aceptar que solo soy una ilusión. Algún día tendré que aceptar mi propia disolución y dejar que vueles en Libertad.

Atentamente,

Tu Sentido Protagónico

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